La excursión a Puerto Blest y Cascada de los Cántaros es una de las experiencias más emblemáticas del Parque Nacional Nahuel Huapi. Desde el puerto cerca de San Carlos de Bariloche, comienza una travesía que combina navegación, senderos en plena selva valdiviana y lagos de colores cristalinos. Un paseo sereno y profundamente visual que invita a conectar con la naturaleza en su expresión más pura.
En el caso de reservar el tour con traslado desde el punto de encuentro pactado en Bariloche, lo buscarán a partir de las 8:30 a.m. para emprender el recorrido de 25 km hasta Puerto Pañuelo, desde donde el embarque comienza a partir de las 9:00 a.m. En el caso de contar con vehículo propio, deberán presentarse en Puerto Pañuelo a las 9:00 a.m.
La excursión inicia a bordo de una moderna embarcación que navega por las aguas azul profundo del Lago Nahuel Huapi, rodeado de cerros cubiertos de bosques nativos. En el trayecto se bordea la Isla Centinela, donde descansan los restos del Perito Francisco Pascasio Moreno, figura clave en la creación de las áreas protegidas argentinas. Este punto marca el ingreso a una zona de vegetación cada vez más densa y húmeda, preludio del microclima que caracteriza al Brazo Blest.
La navegación continúa hacia el mítico Puerto Blest, uno de los lugares más húmedos y verdes de toda la Patagonia donde se encuentra enclavado el histórico Hotel Blest. Allí, el silencio del entorno contrasta con la exuberancia de la vegetación, ofreciendo un espacio ideal para descansar, explorar o simplemente contemplar los colores que tiñen la bahía. Desde este punto es posible visitar de manera opcional el Lago Frías que es un pequeño espejo de agua de tono esmeralda intenso, teñido por los sedimentos glaciales que descienden del Cerro Tronador, siendo éste la conexión terrestre entre Argentina y Chile.
Finalizada la visita a Puerto Blest, el barco continúa su navegación hasta la base de la Cascada de los Cántaros, donde inicia un sendero de pasarelas y escalinatas que se abre paso en medio de un tupido bosque patagónico. A medida que se asciende, aparecen miradores naturales que permiten observar los distintos saltos de agua del Lago Cántaros. El recorrido culmina en la orilla misma de ese lago, custodiado por un alerce milenario que ha sido testigo del devenir del paisaje durante más de quince siglos.
Al finalizar la visita a Cascada de los Cántaros, se retorna a la embarcación para emprender el regreso a Puerto Pañuelo y luego a Bariloche, después de haber disfrutado de una increíble excursión full day en la que se mezcla navegación, caminatas suaves y vistas de una belleza difícil de describir, en un entorno que representa la Patagonia en su estado más verde, húmedo y encantador.